PELÍCULAS SOBRE EL NARCOTRÁFICO

María llena eres de gracia




María Álvarez (Catalina Sandino Moreno) una joven colombiana de 17 años de edad, trabaja en un cultivo de flores de exportación y colabora con los gastos de su familia. Su vida cambia al enterarse de que se encuentra embarazada de su novio, cuestionándose de si en verdad lo ama. Su situación la lleva a tener conflictos con su jefe por lo que abandona su trabajo, lo que agrava su situación económica de la cual depende su familia a la vez que tiene conflictos con su novio cuya relación no pasa por buen momento. Desesperada, acepta una oferta aventurada para llevar una cantidad de cocaína desde Colombia a los Estados Unidos.
María se expone en el mundo despiadado de tráficos de drogas internacionales.
Haciendo de
mula. Su misión se convierte en una demostración de determinación y de supervivencia, ella finalmente emerge con la tolerancia que llevará su nueva vida.







La historia de María, una embarazada colombiana que trafica droga en su estómago al quedarse sin trabajo, conmovió al mundo en 2004 desde el filme "María llena eres de gracia". Su drama era el de cientos de desesperados arriesgándose con las cápsulas.













El arriero






Ancízar López (Julián Díaz), colombiano negro y pobre, salta a la opulencia, primero como mula de un pequeño cartel del narcotráfico desde Barranquilla hacia España, y luego como 'arriero' de nuevas mulas en el mismo tránsito. Su principal propósito es conseguir el dinero suficiente para convertir a la hermosa y rica Virginia (Paula Castaño), en su esposa. Sin embargo, cuando el éxito empieza a sonreírle, conoce a Lucía (María Cecilia Sánchez), una española que resulta toda una tentación sexual. Al tiempo que escala en las esferas de las pequeñas mafias del narcotráfico entre Colombia y Europa, Ancízar intenta mantener el amor de ambas mujeres y llegar a un punto en el que haya obtenido el dinero suficiente para retirarse del turbio negocio.


























Testimonios.






  • Sandra Elizabeth B. es salteña. Tiene 30 años y cayó presa por 200 pesos. Fue detenida por llevar “300 gramos de pasta base en fajas en la zona abdominal” por la que le prometieron 2 billetes con la imagen del general Roca. Estaba atemorizada y los semblanteros (los especialistas en detectar mulas) la detuvieron en el control de Salvador Mazza en Salta, en la frontera con Bolivia. “Andaba con problemas económicos y pensé que podía solucionarlo”, decía con lágrimas. Está presa esperando a que el tribunal decida cuanto tiempo estará tras las rejas por 200 pesos. Da pena verla así: se la nota instruida, habla bien y parece sincera al decir que “es la primera vez que transporta droga y está arrepentida”. Había soñado con ser maestra y estaba estudiando literatura. Una pena.

  • Karen Riverda J. es boliviana. Tiene 21 años y comparte la celda con Sandra. A ella le encontraron 28 cápsulas con un total de 300 gramos de cocaína que llevaba en su vagina. En realidad, en sus genitales sólo le quedaban 15 cápsulas. Se había “descompuesto” y tuvo que distribuirse el resto de la mercancía entre la bombacha, el corpiño y los bolsillos de su ropa. Fue debut y despedida. La escena y su cuerpo la delataron en los controles. En este caso le habían prometido también 200 (pero dólares) por transportar una carga valuada en mil quinientas lucas gringas. Tiene aspecto de nena, es menuda, carilinda y más callada que Sandra. Habla y está atemorizada. Su historia es típica en este eslabón de menudos traficantes. La vieron caminando por Santa Cruz de la Sierra, la amplia ciudad boliviana, “angustiada con problemas de dinero” y la cooptaron los narcos. “Un amigo” le ofreció ayudarla, se la presentó a otro y cerraron negocio en un bar. La indignación mayor de Karen es que la dejaron sola al momento de la detención. Su supuesta compañera de viaje (que se supone también llevaba carga) estaba limpia: los narcos le dijeron que iría acompañada, pero se trataba de una controladora para asegurarse de que entregara la carga. La engañaron dos veces.

COMO FUNCIONA EL NEGOCIO - LAS CÁPSULAS.

El narcotráfico es una actividad ilícita, al igual que la trata, que ha ido evolucionando y expandiéndose en todo el mundo, de la misma manera que su modo de transporte que se ha realizado dentro de diversos objetos, comestibles, animales...y hasta de seres humanos.






El negocio funciona así:



Las llamadas “mulas” o “capsuleros” son personas con grandes necesidades económicas que son captados por los reclutadores o “arrieros”. Estos les ofrecen generosamente dinero, que luego les cobran con el favor del trasporte de drogas o les dan las soluciones a sus problemas a cambio de esa actividad.



Se les enseña a tragar trozos de salchichas, papas, uvas enteras, etc. sin masticar para acostumbrar la garganta. Luego ingieren cosas más sólidas como piedras, hasta que llega el momento del trabajo y tragan las cápsulas.



Previo a esto, a veces, también mandan a los reclutados a comprar ropa y a la peluquería para que luzcan como habitúes de primera clase o esteriotipados turistas. Dos días antes de su misión, el viajante debe suspender la ingesta de alimentos sólidos y tomar sólo caldos o yogur.




Cuando está todo listo, se envasa la cocaína en cápsulas realizadas con látex de los guantes quirúrgicos y papel carbónico, que –supuestamente- disponen la propiedad de impedir que los rayos x capten al bulto.



Luego a los pasajeros se les aplica un medicamento que retrasa la digestión: si los jugos gástricos aumentan, el plástico se rompería liberando una dosis de narcóticos que el cuerpo no puede soportar.




LAS CÁPSULAS.
Se compacta y envasa la cocaína en cápsulas realizadas con látex de guantes quirúrgicos y papel carbónico para no ser captadas por los rayos X.




  • Para ingerirlas, los capsuleros las bañan en aceite o miel para facilitar el engullido.

  • Tragan en promedio, de 100 a 150 cápsulas.

  • Miden entre 5 y 7 cm. de largo, y entre 1 y 2 cm. de ancho.

  • Contienen de 5 a 10g por cápsula.

  • Solo menos de 1g (entre 700 y 800 mg) de cocaína en el estómago es mortal.